Una entrevista de trabajo, una prueba psicológica oculta y una taza de café. En este articulo te contaremos la curiosa forma de seleccionar personal de un empleador australiano.
Las empresas de tecnología son pioneras en implementar soluciones creativas a la hora de seleccionar a las personas que trabajaran allí. Tal es el caso de Trent Innes, ejecutivo de una empresa de software llamada Xero Australia, quien elaboró un método que revela el carácter y los modales del aspirante a un puesto de trabajo y él mismo asegura que vale más que muchas preguntas. Este método le ayuda a descubrir los rasgos de la personalidad de su futuros miembros del equipo.
¿En qué consiste la prueba de “la taza de café”?
El esquema es el siguiente: al comienzo de la entrevista, el empleador o empleadora lleva al solicitante a la cocina y le ofrece una taza de café mientras conversan. El punto está en observar qué hace el candidato o la candidata con la taza: ¿dónde la coloca, la deja sobre la mesa o la lava?
El entrevistador tiene que prestar atención a la actitud que tiene la persona con respecto a su taza, si se ofrece a lavarla o sino muestra intensión de hacerlo. El propio Trent Innes explicó en un podcast que «lavar tu propia taza de café dice mucho de tu actitud». Este test es útil también para demostrar qué tan rápido el candidato o candidata encajará en un equipo.
Una estrategia similar es la llamada “prueba del envoltorio”. En este caso, el entrevistador deja caer el papel que envuelve algún producto comestible en el ingreso a la sala de entrevistas y presta atención si el candidato o candidata lo recoge o el hecho pasa directamente inadvertido. Si lo tira a la basura muestra que la persona pone al equipo como prioridad, vigila los potenciales peligros y cuida el negocio. «Puedes contratar a la persona que camina pese a que haya basura en el suelo, pero definitivamente debes contratar a quien lo tira a la basura», agrega el creador de este método.
Entonces, si te ofrecen una taza de café durante una entrevista de trabajo, recordá esta nota y ¡lavala! 😉